sábado, 1 de noviembre de 2014

Marianela y el Positivismo ¡HOLA! [Ensayo]




Hace ya tiempo que escribí este ensayo, por azares del destino (jaja) encontré la memoria donde lo tenía. Sólo lo quiero compartir con ustedes porque al hacerlo me emocionó mucho tener una especie de reminiscencia jaja :) resulta que yo tenía la idea de relacionar el Positivismo con Marianela pero me falta "sustento" bibliográfico. Me dirigí hacia una biblioteca esperando no encontrar nada que en relidad me sirviera. Resulta que encontré algo de esta corriente y al leer fue como :O *O* no lo puedo creer, lo que había escrito ya alguien más lo había pensado. Fue muy extraño y magico a la vez que hoy día lo sigo recordando con la misma emoción :3
Hace más de un año que no escribo un ensayo, extraño hacerlo. En fin, les dejo con mi amado ensayo, espero sus opiniones y así. Buen día :)


El positivismo en Marianela de Benito Pérez Galdós
Escrito por mí el 15 del 11 del 2013

Al igual que Santa de Federico Gamboa, Marianela es una novela del siglo XIX influenciada por la filosofía de la época (positivismo) que deja de lado el romanticismo para entrar al ideal realista. Las novelas de este género tratan de representar “el espíritu de aquella época burguesa e industrial […] sin orientaciones ni soluciones más allá de la ambición social.”  O sea, una especie de espejo del hombre. A pesar del tiempo los temas que trata Marianela siguen estando vigentes por ejemplo el rechazo a la gente que no está dentro de lo que se considera “bello”. En fin, la novela nos describe un ambiente al norte de España, las minas de Socartes. Un lugar donde se marcan las diferencias sociales, es por eso que Galdós hace una crítica al estilo de vida y/o a las clases mediante sus personajes, como lo es la burguesía, la clase media y la obrera representadas por familias que viven en ese lugar que más adelante explicaré. Además de contener crítica social también logré hacer una relación entre el positivismo de Comte (las 3 fases o estadios/estados de la historia humana) con 3 de los personajes de la novela, que representarían un estadio cada quien.
          Primero empezaremos con las clases sociales representadas en tres familias que vivían en Socartes. En Marianela la burguesía es representada con Carlos Golfín y su esposa Sofía, quizá Carlos no mucho. Su esposa es la que demostraba esa actitud burguesa, por así decirlo. Estas actitudes podemos –la mayoría- verlas en el capítulo IX “Los Golfines” tales como: comprar a Lilí (un toy terrier, que se entiende como fino) y aunque “su principal ocupación consistía en tocar el piano y organizar asociaciones benéficas.”  Cuando Teodoro le dice que le compre unos zapatos a la Nela (que se entiende que pertenece a la clase marginada a la que ella “ayuda”) ella responde de una manera antipática y grosera.
          La clase media está representada en la familia Penáguilas, el señor Francisco y su único hijo Pablo. Aunque eran ricos carecían de suerte, el señor había acumulado muchas riquezas pero su heredero era un pobre ciego que vivía en la total ignorancia, no conocía toda verdad y realidad. Pero eso no les quita lo bondadosos y honrados. Algo que caracteriza, más o menos, a la gente de este estrato social.
          La clase baja/marginada está representada en la familia Centeno, a lo largo del capítulo IV “La familia de piedra” nos describe la situación y ambiente de esta familia, podemos ver que su casa eran escasos 4 cuartos y tenía muy poco espacio para todo lo que metían en ella, incluyéndose ellos.       Carecían de estudios y se podría decir que también de educación, pero no los necesitaban pues vivían para trabajar, los estudios eran una fantasía y la pobreza una realidad. Como dijo el pequeño Celipín: “No somos gente, sino animales.”  Pero no todo es precariedad, a diferencia de la clase alta, hoy y siempre los más pobres son los más nobles. A pesar de no tener espacio o dinero aceptaron a Marianela en su casa, brindándole el techo que les falta y quitándose la comida de la boca (a veces).
          Como nos podemos dar cuenta, a pesar de ser una novela escrita en el siglo pasado, estos temas siguen siendo actuales y las representaciones igualmente. La situación no ha cambiado, la clase alta sigue siendo banal, derrochadora de dinero, grosera, etc. La clase media, adinerada pero desdichada. La clase baja, honrada pero desafortunada.
          Otra de las interpretaciones que le podemos dar a la novela es que Marianela, Pablo y Teodoro Golfín, en el respectivo orden, son una analogía de los estadios de la humanidad según el positivismo, el cual afirma que “la humanidad atraviesa por tres etapas: teológica, metafísica y positiva.”  Marianela representa el primer estadio. Éste trata de explicar “los fenómenos por la intervención de agentes sobrenaturales.”  Como lo es la religión u otras cosas que se relacionen con seres mágicos.
          Esto claramente se puede apreciar en la Nela, pues cada cosa en el mundo tiene su explicación mágica (aunque ella no cree que sea mágica), aparte de creer que toda belleza existente la comparaba con la Virgen me llamó la atención sus explicaciones relacionadas con la muerte: para ella las estrellas son las almas de los fallecidos y las flores “son las miradas de los que han muerto y no han ido todavía al cielo.”  Refiriéndose a la tierra como el purgatorio. U otro ejemplo es el hecho de que cree que su madre vive en la Trascava por eso, al quererse suicidar, intenta tirarse a ahí para rencontrarse con ella (o lo que quedaba).
          El segundo estadio, el metafísico, es la etapa intermedia, aquí “todo se explica por entidades abstractas, como son las nociones de substancia, casualidad, finalidad de la naturaleza, etc.”  La sociedad sigue buscando conocimientos mediante la razón, la explicación no es Dios, sino la naturaleza. Pablo Penáguilas reúne estas características, el ser ciego le impide llegar al tercer estadio, así que busca explicar lo que le rodea por medio de lo que le lee su padre y las descripciones de Nela logrando un punto medio entre lo teológico y lo científico. Se encuentra en preparación para el momento de pasar al estado positivo (recuperar la vista).
          El tercer y último estadio es el positivo que consiste en “la observación de los hechos […], descubrir leyes, ello es, las relaciones objetivas de los fenómenos.”  O sea que sólo reconoce leyes no principios. Teodoro Golfín reúne estas características, lo podemos ver en su dominio de la medicina, es un hombre estudiado, crítico y observador. En el capítulo XIX “Domesticación” es donde, a pesar de hablar de la divinidad, se expresa de un modo se podría decir que objetivo tratando de desmentir a Marianela y contándole de todo lo hermoso y verdadero de este mundo: el conocimiento.
          Con esto podemos ver que la actitud del hombre puede resultar en su propio desarrollo, o sea, él decide si avanza o no. Todo esto que alego sólo es una reafirmación de lo que dijo Comte. Nela, Pablo y Teodoro también lo son, los estadios son como la “ley del progreso”, por eso el positivismo tuvo gran impacto en todos los aspectos, incluida la literatura.
          Otra curiosidad en esto de los estadios relacionados con Marianela es que, a mi parecer, las etapas de la humanidad son propias de un humano: la niñez, donde para los niños todas las explicaciones son seres mágicos, la adolescencia, donde tratamos de ser razonadores y buscamos explicaciones y causas de todo, y por último la adultez, donde somos maduros, prudentes y observadores. Casualmente la hija de la Canela es la niña, Pablo Penáguila el adolescente y Teodoro Golfín el adulto ¿coincidencia?
          La novela de Benito Pérez Galdós, Marianela, evoca muchas emociones y reflexiones, no sólo las que yo mencioné. Entre algunas se puede destacar el estereotipo de belleza (Florentina contra Marianela) y como una persona ciega puede “ver el alma” y enamorarse de alguien que la sociedad considera feo/a, pues al parecer estas personas no merecen el cariño ni la consideración de nadie. A diferencia de otra novela realista que leí (Santa), Galdós proporciona una explicación del contexto pero no tan exhaustiva como lo hace Gamboa, eso me gustó. Lo hace de una forma atrapante, imaginas todo el lugar y ya teniendo esa imagen puedes proyectar a los personajes interactuando ahí. Definitivamente es una obra lograda.

Bibliografía:
LAROUSSE, Diccionario Enciclopédico, México, Agrupación Editorial, 2001.
LARROYO, Francisco, La filosofía positiva, México, Editorial Porrúa, 1982.
PÉREZ, Galdós Benito, Marianela, México, Editorial Porrúa, 2000.